La piel es el órgano más grande del cuerpo, y el rostro es la parte más expuesta y delicada de ella. Está compuesta por una infinidad de poros que tienen funciones específicas, entre las que se encuentra la oxigenación de la piel.
El maquillaje es una capa de compuesto que no permite la correcta oxigenación de la dermis y cuando no se retira en la noche, estos orificios permanecen tapados produciendo poco a poco la formación de pequeñas alteraciones como granitos y puntos negros, impidiendo que la piel se nutra como debe y acelerando el proceso de envejecimiento.
Aprender la mejor forma de desmaquillarse es sumamente importante al igual que cualquier otra rutina de cuidado de la piel, siendo un paso esencial en el día a día para proteger el rostro y volverlo más fuerte y revitalizado.
Aquí te enseñaremos cómo desmaquillarte con tus almohadillas para lograr incorporar un nuevo hábito de limpieza en tu rutina de cuidado personal y mantener una apariencia saludable.
Qué producto escoger.
A la hora de elegir un producto para limpiar el rostro, es importante conocer el tipo de piel que tienes y el producto al que se adapta mejor, ya que este cambia dependiendo de la tipología cutánea de cada persona. Sin embargo, los especialistas recomiendan el uso del agua micelar o leche limpiadora, utilizando uno o más productos en función de las necesidades de cada piel.
Hora de desmaquillarse.
IMPORTANTE: Primero debes lavarte las manos con agua y jabón, puesto que es primordial tener tus manos limpias.
Toma una de tus almohadillas y vierte sobre ella una cantidad apropiada de agua micelar o leche limpiadora para comenzar a limpiar tu rostro.
Empieza frotando una almohadilla contra tus labios y realiza varias pasadas con suavidad hasta retirar por completo el labial.
Con otra almohadilla y un poco más de tu agente limpiador, inicia por quitar la primera capa de la máscara de pestañas manteniendo unos segundos la almohadilla desmaquillante sobre ellas, sin apretar ni hacer movimientos bruscos, retirando hacia abajo para que no exista el riesgo de arrancar alguna pestaña o provocar irritación, también puedes ayudarte con un aplicador, girándolo delicadamente de la raíz hacia las puntas, si una almohadilla no es suficiente, puedes utilizar las que necesites.
Posteriormente, con otra almohadilla retira el maquillaje e impurezas de tu rostro, realizando movimientos circulares de adentro hacia afuera en sentido ascendente y de igual forma, puedes utilizar las almohadillas que se requieran. Para terminar, lava tu cara con agua tibia y tu jabón para rostro, para después aplicar un humectante y completar tu rutina de limpieza facial.
Como habrás notado, desmaquillarse es fundamental para conservar una piel saludable, pues te recuerda que es importante retirar los excesos de maquillaje para que los restos no se acumulen y dañen tu tez.
Incorporar este nuevo hábito en tu rutina diaria impactará de forma favorecedora en tu persona de manera tanto física como emocional, ya que tu apariencia lucirá mucho más conservada y cuidada. Esperamos que esta información te haya sido de gran utilidad y te aliente a mantener un estilo de vida mucho más saludable. Nosotros nos despedimos por ahora, no sin antes recordarte de compartir esta entrada con tus amigas y familiares para que pueda llegar a más personas y se enteren del cambio beneficioso que hace el desmaquillarse correctamente por las noches.